Consiste en aumentar el multiplicador de frecuencia de la CPU y despúes jugar con el voltaje de alimentación del mismo. De esta manera los pulsos del reloj serán un algo más "fuertes", y no habrá posibilidad de que se pierdan y que el micro no los detecte después de haber aumentado la frecuencia del procesador (a través del multiplicador de la CPU).

Algunas placas disponen de regulación de voltaje de 2V a 4V (tanto por jumpers como por BIOS). El voltaje al que funcionan los micros varía dependiendo de la marca y modelo, pero van desde los 2V hasta los 3,3V (salvo los Athlon que funcionan a 1,6V) , por lo que aumentando el voltaje paulatinamente conseguiremos nuestro propósito de aumentar la velocidad (no aumentar nunca el voltaje más de 0,2V). Sin embargo, desaconsejamos este método debido a que fuerza dos aspectos distintos del ordenador: el voltaje y la frecuencia. Cada uno de estos factores por separado aumenta el calor producido por el chip, y la suma de los dos puede ser definitiva para deteriorar el mismo.

NOTA: El overclocking es una técnica que requiere de tiempo para ser puesta en marcha. Resultaría una barbaridad intentar hacer funcionar un procesador de 500Mhz a 800Mhz, por lo que no debemos hacer pruebas con la velocidad del bus de la placa base o del multiplicador con valores que de antemano sabemos que no van a funcionar.
Para hacer overclocking de manera segura y fiable, debemos ir aumentando los valores de los parámetros de manera cauta y gradual, asegurándonos muy bien de que tanto la memoria como los dispositivos PCI aguanten semejantes velocidades.